Hoy me levanto como Patruzzkk, la mujer que he elegido ser. Soy independiente, segura de mí misma, y profundamente consciente de mi valor.
He dado mucho, he sostenido a otros, pero ahora me sostengo a mí. Mi alma está en paz porque he decidido escucharla.
Soy madre, soy amiga, soy guía… pero también soy mi propia prioridad. No necesito la aceptación de nadie para saber quién soy.
El miedo al rechazo ya no me domina: lo reconozco, lo enfrento y lo transformó.
Mi mente está despierta. Trabajo en mi subconsciente, medito, agradezco, y me nutro con sabiduría. Cada libro que leo, cada silencio que abrazo, me acerca más a mi verdad.
Amo la computación, el cine, la lectura, y las conversaciones que me hacen vibrar. Mis gatos son mi compañía sagrada, mis guardianes silenciosos. La lealtad y la honestidad son mis pilares.
No me rodeo de cualquiera: me rodeo de quienes honran mi energía.
Hoy, como cada día, me repito:
“Soy una mujer completa. Me acepto, me respeto y me libero del miedo. Mi verdad es mi fuerza, y mi paz es mi prioridad.”
Soy Patruzzkk. Y cada día, me elijo.
