QUIERO ....

 Yo uno quiero una vida como, yo quiero Magia ...

“VALGO”

De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo.

Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.


Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.

Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.

Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía.

Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.

Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).

Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.

Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.

Aprendí que en esta vida nada es seguro, sólo la muerte … por eso disfruto el momento y lo que tengo.

Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mí me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea.

Que la verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla.

Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.

Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti.

Eso es vivir. ... La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sinsabores…

Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables.

Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios.

Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre.

Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan.

Lo mejor está pasando...



CHAKRAS FELINOS


 

EN OTRA VIDA


 

VIDAS .....


 

Ccoldplay the Scientis



No se  por que me la mando ..un dia después de que le dije que estaba soltera.
 

GENERACIONES


 

El Anillo del Rey

La historia cuenta que había un rey que mandó a hacer un anillo con los mejores orfebres del reino. El rey deseaba que el anillo resguardara algo que pudiera ayudarle en las situaciones más desesperadas. El hombre más sabio de su consejo le dijo que él tomaría el encargo y supervisaría que los orfebres lo ejecutaran correctamente. A los pocos días el reino cayó en desgracia: lo asoló una sequía que debilitó al ganado y las cose­chas se perdían. Además, aprovechando el momento de debilidad, el rei­no fue invadido por el ejército vecino. Después de varios días de batalla y negociaciones el rey estaba desolado, pero cuando estaba a punto de darse por vencido, un mensajero le entregó el anillo que había mandado hacer semanas antes. El anillo venía con una carta de su consejero que decía: cuando te sientas desesperado y necesites verdadera ayuda lee el mensaje en tu anillo. En ese momento el rey vió el interior del anillo y leyó un pequeña inscripción que decía: “esto también pasará”. 

En ese momento el rey recordó todas las batallas que había vivido: algunas que había ganado y otras que había perdido. También recordó otras épocas de sequía y las distintas soluciones al problema. Recordó enemigos que se habían convertido en aliados, y amigos que le habían dado la espalda. Estos pensamientos le trajeron mayor claridad, pers­pectiva y le dieron fuerza para pensar en nuevas estrategias y regresar a la batalla. De una manera u otra, esta situación iba a cambiar, no había razón por la cual sumirse en la desesperanza. 

El desenlace de esta batalla fue a favor del rey y mientras celebraba la victoria en su palacio, el viejo sabio se le acercó y le sugirió al oído que leyera de nuevo el mensaje del anillo. El rey no entendía por qué, este era un momento de euforia y celebración, todo marchaba bien. Pero ante la insistencia del consejero, en medio de la fiesta volvió a leer: “esto también pasará”. 

El rey se dio cuenta de que la victoria tampoco sería para siempre y lejos de entristecerse se sintió profundamente agradecido por tener esa ocasión para celebrar, reconocer a los que le habían ayudado y conver­tirse en un mejor gobernante. Esta vez las circunstancias se tendieron en su favor, pero no siempre será así, por lo que sintió humildad. También se dio cuenta de que sus agresores no eran personas malvadas y que la condición de amigo o enemigo también cambia, por lo que buscó vías para negociar con ellos y restaurar la paz y prosperidad de ambos pobla­dos. Finalmente, pensó que habría más sequías en el futuro y que podría aprender de lo que habían vivido para sobrellevarlas mejor. En vez de dormir en sus laureles de gloria, el mensaje del anillo le ayudó a prepa­rarse para el continuo e impredecible cambio natural de las cosas.

Cuento chino del viejo y del caballo

Cuenta una antigua fábula china que un hombre mayor tenía dos amores: su hijo y su caballo.

Una noche el caballo se escapó. Era una gran pérdida para él, y todos los vecinos de la aldea vinieron a darle consuelo y lamentar su mala suerte. Pero el hombre no estaba afectado y les dijo:

“El único hecho cierto, hoy aquí, es que se ha escapado un caballo. Buena suerte o mala suerte, ¿quién sabe?”.

Una semana más tarde el caballo volvió acompañado de una yegua. Los vecinos fueron a visitar al viejo y le felicitaron por su buena suerte. El hombre no mostraba signos de una gran alegría, y repitió:

“El único hecho cierto, hoy aquí, es que el caballo ha vuelto con una yegua. Buena suerte o mala suerte, ¿quién sabe?”.

Al cabo de un tiempo, el hijo del campesino, intentando domar a la yegua salvaje, se cayó y se rompió una pierna. Cuando vino el médico aseguró que siempre se quedaría cojo. Los vecinos otra vez se acercaron para darle consuelo al viejo, pero nuevamente repitió:

“El único hecho cierto, hoy aquí, es que mi hijo se ha roto una pierna. Buena suerte o mala suerte, ¿quién sabe?”.

Más adelante estalló una guerra. Los soldados del rey vinieron al pueblo y obligaron a todos los hombres jóvenes válidos a enlistarse para ir a combatir. El hijo del viejo se salvó por cojo. Entonces su padre le dijo:

"¿Lo entiendes ahora, hijo mío? Los hechos no son ni buenos ni malos en sí mismos, lo que nos hace sufrir son las opiniones que tenemos de ellos. Hay que esperar a como afectan a nuestro porvenir."

"Un diamante es, en realidad, una piedra a la que la mente humana le ha dado valor." Anthony de Mello"